El trabajo que haces es realmente admirable, y me pregunto cómo influyó tu infancia en lo que haces hoy en día. ¿Cómo fue tu infancia?

Elizabeth: Nací en la ciudad de Querétaro en México. He sido monja durante 27 años y, como parte del ministerio, mi trabajo ha consistido en estar en contacto con personas vulnerables. Al ser la tercera de once hermanos, tuve que mantener a mi madre. Mis responsabilidades eran cuidar a los niños, lavar la ropa, lavar los platos, etc. Mi infancia consistió en aprender a ser responsable y a cuidar a los demás. Crecí en una familia llena de amor. Mi mamá es una mujer muy creativa y tiene un gran interés en las personas.

Jessika: Nací en Colombia. Mi padre se dedicaba al comercio en todo el mundo, así que mi mayor modelo a seguir fue mi abuela. La casa de mi abuela era un refugio para niños, nietos y amigos. De ella aprendí mucho sobre la vida en la calle. Tiene el carácter de una comerciante. Caminé muchas horas con ella por las calles mientras vendía todo tipo de cosas. Ahí empecé a descubrir cómo es la vida en las calles.

Descripción: Jessika lleva la escuela móvil a una sesión de divulgación en Querétaro, donde muchos niños que trabajan juegan alrededor de la escuela móvil

Para todos, la calle tiene su propio significado. ¿Cómo ves la calle?

Elizabeth: La calle es algo más que gente que pasa. Gracias a mi trabajo con la escuela móvil, puedo ver las diferentes posibilidades y la riqueza de las personas que viven allí. La obra ha cambiado totalmente mi perspectiva sobre lo que realmente es la calle. Mi familia me dijo que estoy loco por creer en las personas conectadas con la calle, por ver las oportunidades más que los riesgos.

Jessika: No sales a la calle, «entras» a la calle. Nunca dejas de entrar, es un mundo sin fin, cada día es una sorpresa y siempre hay algo nuevo por descubrir.


¿Cómo te convertiste en educadora callejera?

Jessika: Conocí la escuela móvil en 2002. Ya trabajaba con gente conectada a la calle, pero solo les llevábamos pan y agua con canela. Con la escuela móvil pude salir un poco más a la calle y pude conocer realmente la calle y a su gente. No elegí ser educadora callejera, es algo que me encontró.

Elizabeth: Conocí la Escuela Móvil de Cali, en Colombia. La idea me encantó de inmediato y me pareció genial. Nunca imaginé que Jessika vendría a México unos años más tarde. Mi vocación siempre ha sido apoyar a las personas y escucharlas para ayudarlas a superar sus problemas.

El trabajo con la escuela móvil es más que simplemente salir a la calle, es trabajar en equipo, se trata de desarrollarte a ti mismo. Implica estar abierto a la riqueza que otros pueden compartir. Significa dejar que otros participen en esta magia. Como educadores callejeros, es crucial contar con un equipo sólido a tu lado, un equipo que te ayude a contener la ira, la frustración, el dolor y, a veces, la soledad. Ser educador callejero requiere muchas habilidades, que no se pueden aprender en ningún otro lugar, solo puedes aprenderlas mientras trabajas en la calle.

¿Qué tipo de logros celebras después de 10 años de trabajar en la calle?

Jessika: Para mí, es el hecho de que niños y adultos salen a nuestro encuentro. Es la prueba de que hemos creado una sólida relación de confianza con ellos y demuestra que nos hacen parte de sus propias vidas, con todos sus desafíos y oportunidades. Tenemos muchas historias de niños que pudieron cambiar sus vidas gracias al trabajo con la escuela móvil. Lupita, por ejemplo, solía vivir en la calle. Era drogadicta y quedó embarazada. Su embarazo la conmovió y salió de la calle y comenzó a trabajar. Raúl también consumía drogas, ahora trabaja para el banco de alimentos local (Banco de Alimentos). ¡Miguel es otro niño que ahora es casi un educador callejero! Saca la escuela móvil, la cuida y enseña a otros niños. No es posible definir en detalle todo lo que hicimos, pero si tuviera que describirlo, diría que lo más importante es la presencia incondicional de estar ahí para estos niños y ofrecerles un entorno positivo y empoderador.

Antes de terminar: ¿por qué haces este trabajo y cómo se relaciona con tu propósito en la vida?

Elizabeth: Para mí, lo más importante es hacer un trabajo que esté estrechamente relacionado con mis raíces, de donde vengo. Por eso me encanta mi trabajo y por eso escucho a los niños y trato de apoyarlos de la mejor manera posible.

Descripción: Elizabeth durante una sesión de divulgación jugando con niños en una escuela móvil

Jessika: Para mí, se trata de dejar un legado positivo, de manera que trascienda lo que dejo. No sé exactamente cómo perdurará esto en el futuro, pero sé que ya ha trascendido en muchas otras personas que han descubierto otras formas de vida.

  • ¿Quieres saber más sobre el increíble trabajo de la escuela móvil en Querétaro? Echa un vistazo a este documental producido con la Fundación Tomorrowland